El sector turístico español está en plena etapa de cambio motivada por el auge del turismo colaborativo catalizado por las nuevas tecnologías. Estamos viviendo los inicios de la revolución del Turismo P2P, “de igual a igual” o turismo colaborativo. Para analizar este asunto hemos hablado con una experta en turismo como es la profesora Dra. María Jesús Such Devesa, coordinadora del grupo de investigación ATURI (Análisis del Sector Turístico e Innovación) de la Universidad de Alcalá, Vicedecana de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo de la Universidad de Alcalá.
María Jesús Such habla en esta entrevista del paradigma turístico del siglo XXI y de la necesidad de que el turismo colaborativo sea responsable, sostenible, y conforme a la ley.
- ¿Cuál es la situación actual del turismo colaborativo en España, dadas las dificultades para su medición?
El éxito del turismo colaborativo como un sistema en el que la producción de servicios turísticos tiene lugar entre redes de individuos que a su vez serán consumidores, y donde la estructura del mercado se alinea con las lógicas y mecanismos de funcionamiento de las comunidades virtuales que van floreciendo en la sociedad de la información, cuyos pilares básicos son confianza, reputación, experiencia y frugalidad. A su vez, estos modelos puros evolucionan hacia lo híbrido incorporando matices comerciales.
La medición es complicada pero se puede afirmar sin riesgo a equivocarse que el desarrollo de la fórmula es inmenso. Los intentos de cuantificación se han limitado hasta hoy a la medición de algunos indicadores relevantes (ubicación, expansión geográfica, capacidad, precios,…) y solo para algunos destinos turísticos (Barcelona, Alicante,…)
- El avance de las nuevas tecnologías y el cambio en los patrones de consumo han influido en el auge del consumo colaborativo. ¿En el caso del turismo han existido factores adicionales?
En países como España, donde la preferencia por la propiedad de la vivienda es una realidad extendida, las posibilidades de potenciar este mercado paralelo de alojamientos se multiplican. El crecimiento del turismo colaborativo en España está vinculado a la crisis económica y a la existencia de un notable excedente de unidades alojativas que ha permitido que propietarios e inquilinos obtengan ingresos extras en un contexto de deflación de salarios.
Asimismo, España es referencia europea en turismo de sol y playa y ello se une a un mayor número de usuarios familiarizados con el uso de las redes sociales y comunidades virtuales con interés por viajar a España que permite una experiencia más rica.
- ¿Cómo es el perfil del usuario del turismo colaborativo?
En general es un usuario familiarizado con las TIC, habitual de las redes sociales, con experiencia como turista y preferencia por las experiencias turísticas no estandarizadas, sino personalizadas, únicas. Se trata de un perfil que acerca el turista al concepto de ciudadano, que disfruta de lo cotidiano y huye de lo extraordinario. Es cierto que el precio puede ser una variable determinante pero también la confianza, la experiencia compartida, la búsqueda de la autenticidad y el deseo de inmersión en la comunidad de destino, alejándose del producto turístico tradicional empaquetado propio del turismo de masas. Con estas referencias se identifican básicamente los milennials pero es evidente que no son los únicos susceptibles de participar en el turismo colaborativo. Por ejemplo, el viajero de negocios, puede preferir alojarse en un apartamento en el que pueda atender sus negocios y prolongar la estancia para cubrir necesidades de ocio. Así, se ha desarrollado recientemente el “bleisure”, permitiendo un enriquecimiento de la experiencia de viajar y la expansión de otras modalidades alojativas vinculadas con el turismo colaborativo.
No obstante, un mismo individuo tiene necesidades diferentes en distintos momentos y puede ser demandante de diferentes productos, tanto de turismo colaborativo como del resto.
- Nos podrías explicar cuáles son las ramas turísticas más afectadas por el turismo colaborativo en España.
Todas las actividades comerciales convencionales se ven afectadas por la irrupción de comunidades virtuales que surgen alrededor de un tema concreto. Desde el alojamiento hasta el transporte, pasando por diversa oferta complementaria.
- ¿Qué plataformas online son las principales en promover el turismo colaborativo?
Asistimos a un panorama de proliferación de iniciativas de turismo colaborativo a través de sitios web, muchas de ellas intermediando la desintermediación ya que surgen para facilitar (y en muchas ocasiones, hacer negocio) la relación entre pares, favoreciendo una relación directa y bidireccional, en algunos casos bajo la fórmula de trueque pero en la mayoría a cambio de comisiones o captación de publicidad.
Centradas en el alojamiento y la hospitalidad se han desarrollado bastantes proyectos. HomeAway, HomeExchange, Wimdu, Couchsurfing y la que en la actualidad es líder, AirBnB, que recientemente ha adquirod la start up española Trip4Real -que vincula viajeros con amigos locales.
De las españolas, podríamos mencionar Be Mate. En transporte está el ejemplo paradigmático de Uber, junto a otros como BlaBlaCar, Caarpooling, mientras que en restauración podemos mencionar a Eatwith o Cookening.
- ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes para el sector turístico de la tendencia creciente del uso del turismo colaborativo?
Aún es pronto para analizar las ventajas e inconvenientes concretos, pero sí se puede reflexionar acerca de las transformaciones que este nuevo paradigma de intercambio entre pares puede ofrecer a la sociedad.
Por un lado, aparecen nuevas oportunidades de comercialización para pequeños propietarios que pueden obtener ingresos extra por el alquiler, lo que puede permitir aflorar la economía sumergida. Con ello, se puede facilitar la labor de inspección de las autoridades y la tributación de los alquileres. Asimismo, se puede producir una más amplia distribución de la oferta y, todo ello podría tener efectos en la distribución de la renta.
Por otro lado, existen propietarios no tan pequeños que están obteniendo importantes rentas al facilitarse la comercialización de sus alojamientos en un marco todavía hoy poco transparente, fundamentalmente por desconocimiento de la nueva realidad que llega a desbordar la capacidad de intervenir de los reguladores. Además, el volumen de negocio acaparado por las plataformas como intermediarios, así como su gran expansión, les confiere un inmenso poder de mercado que dificulta muchas negociaciones con proveedores o clientes, así como con las autoridades.
Conviene reflexionar sobre el concepto de overtourism, particularmente observable en destinos geográficamente limitados como los insulares, fuertemente dependientes del transporte aéreo, así como los especialmente vulnerables, cuando se enfrentan a problemas de límites en su capacidad de carga.
También genera genuina preocupación los efectos del turismo colaborativo sobre el empleo en el sector turístico. Las pocas evidencias disponibles parecen apuntar a la generación de empleo cualificado en el ámbito de las plataformas intermediarias pero sin duda, éstas son actividades menos intensivas en factor trabajo. Por mencionar algún ejemplo ilustrativo, Zervas, Proserpio y Byers (2014) plantean un estudio centrado en Texas, cuyos resultados apuntan a una pérdida de empleo directo en el sector hotelero, que podría ser compensada por la creación de puestos de trabajo en servicios complementarios a los que el turista dedicará una mayor parte de su gasto, así como en otro tipo de alojamientos, lo que puede resultar indiferente desde la perspectiva del destino turístico en su conjunto. Sí se puede afirmar que los efectos medibles hoy pueden ser muy diferentes a largo plazo cuando la economía colaborativa se haya desarrollado más por su carácter tan disruptivo.
Desde el punto de vista del usuario, enfrentarse inicialmente a un abaratamiento del viaje o de algunos de sus componentes, es ventajoso. Como lo es también el incremento de las posibilidades de elección, primando la experiencia genuina y personalizada frente a la estandarización.
- ¿Cómo debería enfocarse la regulación del fenómeno del turismo P2P en nuestro país?
La protección del consumidor debe ser el eje inspirador de la regulación. Sin embargo, no se puede dejar de lado a los oferentes, cuyos servicios deben poder ser ofrecidos en igualdad de condiciones en cuanto a exigencia y garantías. Ya hay administraciones públicas en España preocupadas por la regulación del turismo P2P, algunas de las cuales han adoptado medidas, a veces controvertidas.
Centrando la atención en el sector de alojamientos, hay que aprovechar la ocasión para regular el alquiler de vivienda vacacional . Es necesario implantar un marco de actuación más transparente que favorezca el afloramiento de la oferta existente, independientemente del modo de comercialización. La emergencia de todo el stock de unidades alojativas existentes permitirá avanzar hacia un mercado en el que los oferentes puedan operar en igualdad de condiciones. Los hoteleros están preocupados por la desigualdad en materia de tributación y de sometimiento a las mismas reglas en el turismo.
Asimismo, favorecer los mecanismos para que esa bolsa de alojamientos aflore aligerando la burocracia, que no los controles e inspecciones, para atender también a la premisa básica de protección del consumidor como guía de la adopción de medidas reguladoras.
La evolución de las plataformas de comercialización on line de alojamiento no está exenta de riesgos relacionados con el gran poder de mercado que su posición y su acceso a información del usuario le confieren en la cadena de distribución del turismo. Asimismo, en un marco de crecimiento intenso de los flujos turísticos, una masiva aparición en el mercado de unidades alojativas en ciertos destinos turísticos, hace más necesario un mayor conocimiento del mercado de alojamiento pero también de otros productos turísticos esenciales como el transporte.
- En tu opinión, ¿ la sostenibilidad turística pueden verse amenazadas por el turismo colaborativo?
De entrada, ideas que subyacen en el desarrollo de iniciativas de turismo colaborativo: reutilizar y compartir permitiendo una concepción de la economía que se acerca más a la economía circular y no lineal como hasta ahora (producir, consumir, tirar). En ese marco, algunas iniciativas en el ámbito de transporte por carretera cabrían mejor. Sin embargo, ya ha sido mencionado el problema de sostenibilidad que puede generarse en ciertos destinos como islas, dependientes del transporte aéreo con los problemas de emisiones que conlleva, enfrentándose a problemas serios de congestión porque surge una mayor facilidad para ofertar unidades alojativas por la irrupción del turismo colaborativo. En definitiva, aunque queda mucho por investigar aún, se aprecian amenazas.
España, cuyo liderazgo turístico es indiscutible, no puede obviar el fenómeno que ocurre a escala global y debe reaccionar, especializarse y adaptarse. Cabe imaginar que el mantenimiento de su posición preeminente debe animar a nuestro país a posicionarse al frente del proceso de cambio, avanzando en su capacidad de innovación y conocimiento en la era digital. Tomar iniciativas innovadoras y profundizar en el conocimiento turístico son bazas para mantener nuestra posición competitiva en el primer puesto mundial.
Director de proyectos en SEGITTUR