Tomando como referencia esa gran frase de la Bola de Cristal, hoy os vamos a hablar de los Clúster, pero no de los clúster originales, es decir, redes de ordenadores unidos entre sí, si no de los clúster que definió Porter: “concentraciones geográficas de empresas e instituciones interconectadas que actúan en determinado campo”. Y más concretamente de los clúster turísticos.
La situación económica está dando lugar a que empresas y territorios que se consideraban competidores o incluso enemigos hayan comprendido que lo mejor para poder sobrevivir es cooperar y colaborar creando productos y servicios cada vez de mayor calidad y que los diferencien del resto, esto sirve también para empresas y destinos turísticos que han tenido que empezar a colaborar entre sí para no perder clientes y turistas.
¿Qué ha ocurrido en España con los clúster en general?, tradicionalmente, ha sido el País Vasco quien más sentido del asociacionismo ha tenido, por lo que si unimos a las estructuras que ya tenían creadas, el apoyo de Porter, si, el de la definición, al desarrollo de sus políticas públicas, podemos decir que fueron los primeros en crear una red de clúster de excelencia, como puede ser GAIA, Asociación de Industrias de las Tecnologías Electrónicas y de la Información del País Vasco, más adelante Cataluña y Galicia y Aragón impulsaron, cada una con sus características, diferentes políticas y modelos de clúster.
En la década anterior, los clúster tuvieron su “momento de gloria”, todo el mundo hablaba de diseñar y crear clúster para solucionar cualquier problema, que había una bajada en el producto X, se creaba el clúster del producto X, que un territorio aglutinaba varias empresas del sector Y, se creaba el clúster innovador de Y, que una asociación quería más relevancia o subvenciones, añadía a su nombre dos palabras mágicas: clúster e innovación.
Siendo en general un país poco propenso a unirse, de repente teníamos más clúster que toda Francia, increíble…..no nos olvidemos que seguíamos sin querer compartir conocimiento con el vecino, y la cantidad de clúster no tenía relación directa con la calidad….
¿Qué ocurrió?, que cada localidad, provincia, comunidad autónoma quería tener su propio clúster, a nivel nacional se puso en marcha el programa de Agrupaciones empresariales innovadoras, en las que además de PYMES, y Grandes Empresas tractoras se deben incorporar centros de conocimiento, y apoyarlo desde las administraciones públicas, la triple hélice, que tan de moda estuvo, y que ha dado lugar a la cuarta hélice al incorporar al usuario final.
(Fuente: H-Enea Living Lab)
En nuestro sector, Turismo, no iba a ser menos que el resto, de repente al amparo del programa de Agrupaciones Empresariales Innovadoras, surgieron clúster de diferentes temáticas, desde Golf, a Reservas de la Biosfera, diferentes unidades territoriales, algunos súper locales, como la ciudad de León, otros más provinciales como Tenerife, o autonómicos como el Clúster de Turismo de Extremadura.
Después de varios años de programa, detectamos que muchos de ellos no sobrevivieron, y los que lo hicieron, tenían las siguientes características en común:
- El plan estratégico y las líneas de actuación surgen de los propios miembros del clúster, no de agentes externos que impongan sus líneas, sino de las necesidades y oportunidades que detectan los miembros del mismo.
Con esto se consigue desarrollar productos y servicios que repercuten tanto en las empresas como en los territorios.
- Los clúster que sobreviven tienen un gerente o responsable que se preocupa de las entidades que forman parte de los clúster y se dedican a buscar socios interesantes que aporten al clúster, apoyos tanto financieros como logísticos, publicidad y demás apoyos, sinergias con otros clúster o figuras equivalentes, comunicación con las diferentes administraciones públicas, etc.
Sin la motivación del gerente el clúster se termina diluyendo, tiene que existir un agente que esté al tanto de las oportunidades que puedan surgir a los socios.
- Los socios están motivados e interesados y proponen nuevas líneas o servicios o líneas de actuación.
Si los miembros del clúster no están motivados, el clúster termina por desaparecer. Los socios tienen que ver el clúster les sirve para mejorar e incrementar su negocio y que influye en la competitividad del sector y de su territorio.
- La participación en el clúster no es gratuita, hay cuotas razonables.
Así que terminamos con la misma frase que empezamos «Yo solo no puedo, con amigos sí».
Técnico de I+D+i de SEGITTUR
CARMEN B.
1 abril, 2016 en 12:51Gracias Marta Santamaría por este artículo. Es muy didáctico y fresco. Recomendaré su lectura a mis alumnos.