La entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos europeo (RGPD) el pasado 25 de mayo ha puesto sobre la mesa el debate del uso y el valor de los datos en un mundo que se construye con las interacciones a través de diversas plataformas online en las que empresas, entidades y personas comparten mucha información. Esta reflexión es muy positiva y está fomentando una tendencia mundial hacia prácticas que garanticen un uso más equilibrado, claro y transparente de los datos.
Durante el evento, organizado por Interface Tourism Spain, con el apoyo de SEGITTUR y SmartTravelNews, se analizó el impacto en el negocio turístico de la entrada en vigor, el pasado 25 de mayo, del Reglamento General de Protección de Datos europeo, más conocido por sus siglas, RGPD. La reflexión sobre las herramientas y la gestión de datos mejorará los servicios, supondrá un nivel de personalización de experiencias más específico y obliga a la reflexión sobre el uso y el valor de nuestros datos.
La entrada en vigor de esta legislación es “todo ventajas”, afirmó Gemma Miralles, de SEGITTUR, porque ha obligado a los usuarios a entender “dónde y cómo se usan sus datos”, y ofrecerá a los negocios turísticos “una oportunidad para ofrecer más valor a los clientes”. Un valor que pasa por la personalización y la relevancia de la experiencia, como apuntó Álvaro Carrillo de Albornoz, de ITH, quien destacó que la llegada de esta nueva legislación “también nos ha permitido abordar en el sector otros asuntos de gran importancia vinculados al uso de nuevas tecnologías, desde la ciberseguridad al Big Data” y anticipar tendencias para futuros viajeros, una tarea en la que también han invertido esfuerzo Mabrian Technologies, como señaló Alex Villeyra.
“Es un incentivo para repensar no solo en fuentes alternativas de datos sino en cómo analizar todo el ciclo de viaje, anonimizando los datos”, sin perder customización. En este sentido, José Alberto Rodríguez, de Cornerstone, insistió en que el nuevo reglamento busca un “equilibrio entre personalización y riesgos”, aportando claridad y transparencia al proceso de recogida, gestión y eliminación de datos.
Guías y recomendaciones sectoriales, el siguiente paso
Como explicó el experto de Cornerstone, la RGPD profundiza en los procesos de recogida, consentimiento, borrado y acceso a los datos, haciendo énfasis no solo en el consentimiento legítimo, sino en la obligatoriedad de usar la información exclusivamente para el propósito para el que ha sido recogida. “La ley regula el uso de los datos, no su propiedad”, apunta Rodríguez, recalcando que la clave está en encontrar el equilibrio justo entre las necesidades de negocio y el volumen de datos que se recogen.
Según Carrillo de Albornoz, “Google, Amazon, Facebook y otras empresas similares van un paso más allá, y ya están desarrollando los estándares y tecnologías que ofrecerán valor añadido y personalización” y que, en su opinión, forzarán la cesión de datos de forma orgánica, a cambio de experiencias más relevantes. “Cuanto más personalizada es la experiencia, menor es el riesgo de sentirse como un número”, afirmó.
“Es un cambio de paradigma, de cantidad a calidad, de marketing outbound a inbound”, recalcó el experto en gestión de datos de Cornerstone, que abogó por la creación de estándares sectoriales, impulsados desde las asociaciones empresariales, que sirvan de “guías o códigos de conducta” que las autoridades “estarían dispuestas a validar” para la correcta aplicación de la RGPD.
Todos los participantes coincidieron en que la gestión correcta y profesional de los datos implica incorporar tecnologías capaces de procesar la información y forzará la desaparición de prácticas empresariales que no ofrezcan garantías en el tratamiento de la información. “Aplicar la RGPD es una responsabilidad de todas las empresas e instituciones turísticas”, recordó Miralles, de SEGITTUR, que también hizo hincapié en la importancia de “informar y divulgar” las ventajas, implicaciones y obligaciones asociadas a este reglamento.