Los principales retos a los que se enfrenta el sector turístico español en los próximos años pasan por la necesidad de fomentar las actividades turísticas sostenibles y responsables, y dejar de preocuparse por incrementar de forma continua los flujos turísticos de llegadas. Se debe apostar por la desestacionalización de la demanda turística, la diversificación de la oferta turística, el conocimiento, la tecnología y la innovación aplicados al turismo. Y como defiende MJ Such Devesa, responsable del grupo de investigación en turismo de la Universidad de Alcalá, se debe “aprovechar la ventaja comparativa de España como líder en turismo, como los alemanes hicieron con la industria del automóvil».
En España, actualmente – verano 2018 – existe cierta preocupación en el sector turístico por la caída de las llegadas de turistas internacionales. Y esto que parece algo negativo, realmente es positivo en aras a la sostenibilidad del modelo turístico español, teniendo en consideración que los gastos medios por turista se incrementan. Además, el boom de la demanda a la larga produce efectos negativos sobre la oferta turística al desincentivar la inversión, la competitividad y calidad. Es decir, estabilizar el volumen de llegadas de flujos turísticos, mientras los ingresos se mantengan o crezcan es lo deseado, al contribuir con la sostenibilidad y competitividad turística.
Si se tiene en cuenta que en España la demanda turística no ha parado de crecer, pasando de recibir 37 millones de turistas internacionales en 1997 a 82 millones en 2017, lo adecuado es no sobrepasar los límites de capacidad de carga de los destinos nacionales, para conseguir un modelo turístico sostenible y responsable.
España debe plantearse si su prioridad es llegar los 100 millones de turistas o contar con un modelo turístico competitivo, moderno y socialmente responsable y de calidad.
La salud del modelo turístico no debería medirse con el volumen de llegadas sino con la rentabilidad turística, entendida como beneficio socioeconómico, construyendo un indicador de contribución turística que incluyese los ingresos y costes económicos para el destino, mientras preservase y contribuyese a la sostenibilidad turística en todos sus ámbitos.
En este sentido la sostenibilidad turística debe ser entendida como un concepto que va más allá de la conservación medioambiental, incluye además otros ámbitos como la conservación y mejora del patrimonio cultural, el desarrollo social y económico del destino y de la comunidad local, y cuenta para ello con una adecuada política de turismo sostenible apoyada en un completo sistema de conocimiento turístico.
La sostenibilidad se puede caracterizar por una especial vinculación del turismo con el territorio. El turista exige cada vez más un entorno no degradado, auténtico, diferenciado y natural. El paradigma de la sostenibilidad turística es una oportunidad para un nuevo modelo económico y para mantener la posición de liderazgo mundial.
La sostenibilidad turística hay que considerarla como una herramienta transversal para la continuidad de la actividad turística a futuro, con todos los estándares de calidad y bienestar tanto para el turista como para el residente. La sostenibilidad garantiza la continuidad de la actividad turística, es un valor intangible que repercute en la competitividad turística. En esta línea se debe resaltar que el turismo responsable es un compromiso de todos, en ese marco tanto España como la Organización Mundial de Turismo (OMT) apuestan por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030.
El sector público español bajo el liderazgo de la Secretaría de Estado de Turismo al poner en marcha el proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI) contribuye de forma positiva sirviendo de catalizador del cambio de modelo turístico hacia la sostenibilidad y la responsabilidad en turismo. Recientemente, como ya se recogió en este blog, la OMT ha puesto en marcha la plataforma “tourism4sdgs” para impulsar la consecución de los ODS a través del turismo. En 2018 también la sostenibilidad ha sido un eje fundamental junto con la digitalización del II Congreso de Destinos Turísticos Inteligente. Y es que es bien sabido que uno de los ejes transversales de los DTI es la sostenibilidad, junto con la innovación, la tecnología, la accesibilidad y la gobernanza.
En conclusión, es positivo que el modelo turístico español se adapte al nuevo entorno y ponga en marcha una estrategia de política turística que en lugar de ir encaminada a incrementar las llegadas de turistas, tenga como objetivo la sostenibilidad del modelo turístico, maximizando los beneficios sociales y económicos, la calidad turística y la mejora de la vida de los residentes. En dicha estrategia juega un papel clave la labor que viene realizando la Administración Pública española con el fomento de los destinos turísticos inteligentes.
La actual transformación de un modelo turístico tradicional a otro inteligente es un proceso necesario para mantener la competitividad de España.
Director de proyectos en SEGITTUR
Rutas a caballo en Almería
5 noviembre, 2018 en 15:43Hacer turismo en un ambiente sostenible garantiza un mejor cuidado al medio ambiente y que cada espacio natural lo podamos disfrutar por mucho más tiempo.
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10 noviembre, 2022 en 08:11Este sitio web es realmente un paseo a través de toda la información que deseaba sobre este este tema tan aditivo y no sabía a quién preguntar .