El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, ha ensalzado el modelo de Destino Turístico Inteligente como el desarrollado por Valencia porque permite “multiplicar el valor añadido de la oferta turística mejorando la convivencia entre el visitante y el residente y naturalizando las nuevas tecnologías en la gestión de los recursos, siempre desde una perspectiva de sostenibilidad e inclusión”.
Valdés intervino en la inauguración del III Congreso Mundial de Destinos Turísticos Inteligentes, celebrado en Valencia del 21 al 23 de noviembre, organizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y la Fundación Visit València, con la colaboración de la Organización Mundial del Turismo.
Con más de 1.200 inscritos y la participación de cerca de 80 expertos nacionales e internacionales, el Congreso se celebra coincidiendo con la capitalidad europea del Turismo Inteligente que Valencia ostenta este 2022, año en que la ciudad también ha sido reconocida como Capital Mundial del Diseño. En 2024, Valencia se convertirá en la segunda ciudad española que logra ser distinguida como Capital Verde Europea por su compromiso con la sostenibilidad medioambiental, social y económica, un título que hasta la fecha sólo ha tenido Vitoria en 2012.
En su discurso de inauguración, Fernando Valdés se ha referido a los motivos que han hecho de la metodología de los Destinos Turísticos Inteligentes, iniciativa diseñada e impulsada por la Secretaría de Estado de Turismo desde el año 2018, un modelo de éxito. “Los Destinos Turísticos Inteligentes tienen un doble valor, no sólo han decidido desarrollar el bienestar de estos municipios en torno al turismo, sino que, además, se han comprometido a hacerlo de manera soberana, consciente y coordinada, es decir, con un modelo de gobernanza público-privada militante. Un proceso que no sólo otorga una manera de entender individualmente la gestión turística, sino una metodología, unos datos y unas herramientas probadas, medidas y estandarizadas para que el trabajo en red sea posible y fructífero”, ha desarrollado.
Precisamente ese trabajo en red “ha demostrado ser el mejor atractivo” del modelo, porque favorece “la capacidad de innovación y gestión inteligente” de los destinos, en un “círculo virtuoso que se retroalimenta con cada incorporación y que aplica un conocimiento mejorado de manera continua en el conjunto de una red que ya forman 618 miembros”, ha destacado Valdés.
Para el secretario de Estado, el “elemento nuclear e imprescindible de la actividad turística, la pieza clave de este puzle sin la que todas las demás no tienen sentido es el destino”. “La industria turística es una riquísima y compleja red en la que participan muchísimos actores: las empresas de hostelería y alojamiento, la seguridad, los aspectos auxiliares y así, un largo etcétera. Sin embargo, el hecho turístico requiere inexorablemente de dos cosas: del viajero y del destino… todo pasa en un lugar y ese lugar ha de ser el elemento central de nuestro modelo, de nuestro discurso y de nuestro esfuerzo de modernización”, ha subrayado.
El secretario de Estado ha recordado cómo el modelo DTI, que la Secretaría de Estado de Turismo desarrolla de la mano de Segittur, está siendo exportado a América Latina, donde ya lo están implantando en México, Colombia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Perú, Cuba y Chile. Esta metodología, que pronto cumplirá cuatro años, cuenta además con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y el reconocimiento de la OMT y de la Unión Europea.
